miércoles, 13 de febrero de 2008

El usuario electrónico

El siglo XX a dado paso a nuevas tecnologías como la red, donde circula el conocimiento alrededor de espacios no espaciales.

Esta tecnología , aún novedosa, se presta a todo tipo de modificaciones. El usuario puede construirse su camino hacia la información que necesita a través de la red en un viaje sin dirección fija. Este camino se recorre entre los hipervínculos. Enlace que permite, dentro del texto informativo, relacionarte y enlazar con una infinidad de textos a partir de esa “palabra clave”.

De esta manera se forma un gigantesco sistema de almacenamiento del saber humano enlazados entre sí.

Con esto, se rompe la concepción de los tradicionales soportes de almacenamiento, la mayoría de ellos en un soporte físico fijo, para adentrarse en la temporalidad y especialidad de los nuevos soportes.

El autor de un hipertexto (texto con varios hipervínculos) establece los grados de interactividad con el lector integrando lo visual con lo textual.

No todo es positivo para el usuario electrónico. No tiene en sus manos un libro que pueda manejar a su antojo; a diferencia del texto impreso sólo permite leer lo que sus ojos ven en la pantalla.

También cambia la forma de leerlo, mientras que el libro te garantiza una duración de la lectura, una cierta continuidad y una lectura de principio a fin que sólo se rompe bajo el deseo del lector; el hipertexto no se lee, te hace mirar iconos, ver imágenes, desplegar nuevas ventanas, abrir otros textos... su lectura está marcada por la urgencia, la discontinuidad y elecciones de páginas en constante renovación que nos lleva a perdernos, muchas veces, de la información que buscábamos en un principio.

Debemos asegurarnos de que todos nuestros usuarios posea y conozcan todos los medios adecuados para disponer de la información que necesitan realmente.

1 comentario:

Catalina Pianola. dijo...

la qe necesita y la qe no igual
siempre me qedo de ociosa por lo mismo


hola :)